Tips para llegar a ser un buen traductor freelancer
(cortesía del blog www.viajesycosasasi.com )
La idea de escribir este post la hago a modo de extensión de este otro post, en donde brindo algunas ideas para salir a mochilear y hacer dinero de manera freelance. Un lector que leyó dicho post me preguntó hace unos días que se requiere para generar ingresos como un traductor, y por ello me he tomado el tiempo de compilar lo más esencial para que los interesados sepan por donde empezar.
Se suele manifestar que para ser un buen traductor deberás tener una licenciatura, luego un diplomado y por último un postgrado. Lo cierto es que hay muchísima gente con todos estos títulos y, sin embargo, no están listos para lanzarse a trabajar como traductores.
No quiero decir que contar con estos títulos sea una completa pérdida de tiempo, pero todo consiste en tener la información adecuada a la hora de comenzar, la cual muchas veces no encontrarás en estudios de nivel universitario.
Cada pedazo de información que leerás en este post está basada en mi experiencia de hace unos años, justo después de haber inaugurado este blog a mediados de 2010, así que sácale el mayor provecho y no dejes de preguntar por si tienes dudas.
La realidad de ser traductor freelance
Hay algo que muy poco se menciona a los novatos de la traducción, y es que llegar al punto de tener clientes enviándote trabajos seguidos no es cosa que pase de la noche a la mañana. Como un trabajo que efectuarás de forma independiente, no es nada fácil como uno se lo imagina, mas no imposible si tienes la disposición de aprender los pormenores.
La inseguridad de no saber si vas a lograr un buen mes económico es constante, pero a diferencia del freelancer regular que tiene que lidiar con los gastos mensuales de un hogar (alquiler, luz, agua, carro, etc.), cuando viajas sólo afrontas los costos de tu día a día viajero, los cuales son menores si los comparas a los que acabo de nombrar.
Respecto al tema de los ahorros, mantén tu cuenta con dinero suficiente para que tengas un colchón financiero en los primeros meses, que es cuando estarás en la búsqueda de tus clientes iniciales. Por otro lado, no olvides que así como verás periodos de prosperidad económica, habrá momentos en los que no harás ni un centavo, y es allí donde los ahorros te mantendrán a flote hasta que aparezcan nuevamente los clientes.
Datos que necesitas saber antes de empezar
Lo primero es tener claro que traducir de manera profesional no es el simple hecho de pasar un texto de un idioma a otro, tarea que cualquiera con un entendimiento básico de la lengua origen (así se le llama al documento que quieres traducir) y lengua meta (viene a ser la lengua a la que es traducida el texto original) puede realizar. Es importante que comprendas muy bien la lengua origen y meta, porque al final todo se resume en transmitir el mensaje sin alterar su significado, aun cuando las palabras cambien.
Si existe un error que NUNCA debes cometer es creer que los clientes van a llegar a ti. No es suficiente con crearte un perfil de lujo en portales web de traductores y esperar que te contacten así de la nada. Tienes que tomarte el tiempo de anunciarte en páginas de clasificados, foros en internet, directorios, listas de distribución de las asociaciones de traductores y, por último, el infalible boca a boca. La tarea de promocionarte es constante y sólo los más persistentes verán buenos resultados a su favor.
Otro punto que no debes pasar por alto es que, si no quieres tener mayores dificultades como traductor, sólo mantente traduciendo texto hacia tu lengua materna (español en este caso). Esto lo afirmo basándome en que un individuo, por más que conozca un idioma extranjero, carecerá de esa naturalidad que si tiene cuando va a traducir texto hacia su lengua natal. Como naciste y creciste con el español, es obvio que la dominarás más, tanto en lo oral como en lo escrito.
El precio que vayas a cobrar viene a ser un factor muy determinante, ya que el mismo deja ver que tan competitivo eres en el mercado. La mayoría de los traductores prefieren facturar por palabra, mientras que otros optan hacerlo por hoja. En lo personal, es mejor cobrar por palabra, dado que así retribuyes lo justo por el trabajo.
La cantidad de palabras no es la única variable con la que debes basarte para cobrar. También está el tipo de documento: si es una novela, un manual informático, algún texto sobre marketing, un libro de biología o lo que sea. Cada campo tiene su propio nivel de dificultad, por lo que no te sorprendas que se cobre más por un contenido acerca de seguridad nuclear que por uno relacionado a turismo.
Asimismo, la combinación de idiomas a la que traduzcas es crucial, porque tendrás altas probabilidades de cobrar más por un lenguaje que tiene mayor demanda (español a chino, por ejemplo), que por uno en donde la competencia abunda (inglés a español).
Al momento de tomar un trabajo de traducción, acepta aquellos documentos que sean exclusivamente enfocados a tu campo de especialización. Por ejemplo, si manejas conocimientos técnicos en áreas relacionadas a la informática, es evidente que traducirás documentos tal como lo haría un informático nato, que sabe y entiende las jergas y los modismos de dicho campo. Puede que halles oportunidades a montón en traducir documentos de áreas en las que no estás familiarizado (lo cual representa más dinero), pero es casi seguro que vas a terminar estresado de trabajar con contenido cuyo contexto no comprendes ni en tu idioma, ahora menos entenderás en lengua extranjera.
Si estás empezando en el mundo de la traducción, lo ideal sería cobrar lo mínimo (muchos profesionales concuerdan en un precio de $0.07 centavos por palabra) y de paso pedirle a un corrector (persona encargada de revisar y corregir texto) que te ayude con tus primeros trabajos, y así vayas conociendo como traducir debidamente. Para que te orientes mejor, Proz tiene una sección de tarifas que puedes usar como guía. Dicha sección no necesariamente refleja los precios reales, pero es para que tengas una noción de cuanto es más o menos lo que se cobra.
Para finalizar, no se es traductor sólo por hablar otro idioma, incluso si lo sabes bastante bien y llevas años hablándolo. Como todo en la vida, tendrás que ser paciente e ir aprendiendo cada paso que te lleve a un nivel de experiencia deseado para llegar a ser un traductor excepcional.
Donde buscar trabajo en línea
Una buena pregunta que merece ser respondida. Algo que la mayoría hace como primer paso es registrarse en sitios web dedicados a unir a los freelancers con clientes potenciales. A modo de sugerencia, mientras más te registres en estos portales, más posibilidades hay de que seas visto.
Cabe mencionar que determinados sitios web son usados específicamente por clientes o agencias que andan en la búsqueda de traductores, con lo que cada perfil creado se transforma en una oportunidad que a la larga te podría beneficiar.
Portales como Proz y TranslatorsCafé son tu mejor apuesta para conseguir trabajo (y también para ser visto). Ambos son comunidades con miles y miles de usuarios freelancers, quienes son el interés de las tantas empresas de traducción registradas en estos sitios en línea.
Sobre Proz, tiene una versión gratuita (al igual de TranslatorsCafé) y una premium, siendo esta última opción la más viable si buscas enseriarte como traductor. Como usuario premium, efectúas un pago semestral o anual, y así te verás beneficiado con todos los increíbles recursos que no aparecen disponibles en las cuentas gratuitas.
Aparte de las páginas ya citadas, hay otras como Xing, Upwork, Infojobs, Guru, Elance o Freelancer, que aunque están más enfocadas al mercado freelancer en general, siguen atrayendo a traductores y empleadores de todas partes del mundo.
Las herramientas a utilizar
A primera impresión, uno pensaría que sólo basta con usar Word para ir escribiendo el texto que vas reemplazando de un idioma a otro. Si bien hay traductores que no tienes problemas trabajando así, debo confesar que a la larga es poco eficiente y es más lento.
Por fortuna, están las populares herramientas TAC (Traducción Asistida por Computadora), que te ayudan a traducir de forma más eficaz, mejorando así tu productividad. Estas aplicaciones crean un archivo conocido como memoria de traducción (en inglés Translation Memory o TM), el cual viene a ser como una base de datos que guarda partes de textos ya traducidos. En pocas palabras, estas memorias hacen que el proceso de traducir sea más rápido y menos estresante.
La plataforma TAC de software libre más usada es OmegaT, mientras que Wordfast y Trados vienen más completas, aunque su costo es bastante elevado.
Por último, mantén tus líneas de comunicación (whatsapp, email, skype) tan accesible como puedas. Cuando la otra persona te quiera contactar, lo último que querrás es contestarle tarde, así que deberás estar lo más disponible posible.
Me tomé el tiempo de escribir este post con el propósito de orientar un poco a los que buscan respuestas en este competitivo mundo de la traducción. El camino para ser un buen traductor está lleno de espinas, y no exagero si digo que no es para todo el mundo. No obstante, si empiezas el recorrido y lo encuentras atrayente (tanto lo bueno como lo malo), es un indicio que la traducción es para ti.
Si hallaste este post útil, compárteselo con tus amigos que les pueda interesar el tema de hacer dinero viajando.
Normas de Etiqueta para Intérpretes (dress code)
Cortesía de Lourdes De Riojaen Campo de la Traducción "Susurrada" y Traductor de "Acompañamiento".
Interesantes tips y experiencias compartidas por Lourdes de Rioja - Traductora Española.Notas y Tips sobre la postura ergonómica del Traductor(a) tras largas horas sentado(a) frente al computador
Ergonomía para intérpretes y traductores- Ubicar y analizar tu puesto de trabajo, es decir el lugar en dónde uno se sienta a traducir o interpretar.
- Tener todos tus utensilios de trabajo al alcance, entiéndase diccionarios, bolígrafos, vaso con agua, teléfono, etc. para evitar estiramientos innecesarios.
- Adaptar tu puesto de trabajo estándar con elementos ergonómicos o artefactos caseros que te permitan observar las siguientes posturas:
- Que los pies no cuelguen agregando un reposapiés o, en su defecto, guías telefónicas, cajones, mesas pequeñas o bancos, para evitar que el peso de los pies colgando generen problemas de circulación.
NOTA: Las dimensiones recomendables del reposapiés son de 33 cm de profundidad, al menos 45 cm de ancho y una inclinación entre 10 y 25 grados. La superficie de apoyo debe ser antideslizante, así como la base del mismo. Si no se dispone de reposapiés adecuado, un trozo de madera, al cual se le adhiera un tipo de goma o cualquier material antideslizante puede solucionar el problema.
- Que las rodillas estén a un ángulo de 90° para que todo el cuerpo esté descansado. Recuerda que estás trabajando con tu cerebro, tus ojos y tus manos, el resto de tu cuerpo no debería hacer ningún esfuerzo adicional.
- Que la espalda esté recta. Imagina que tienes una cuerda por encima de la cabeza y tira de ella frecuentemente para enderezarte. Seguramente poco a poco te irás torciendo, lo importante es recordar la cuerda y enderezarte tan frecuentemente como sea posible.
- Que los codos reposen a 90 grados con los hombros relajados. De no observarse esta postura, con las horas los hombros y el cuello empezarán a manifestar dolor.
- Adecuar la mesa para que quede a la altura en donde dobla tu codo. La idea es evitar que los hombros se levanten y duelan tras varias horas de trabajo.
- Ubicar la pantalla entre 45 y 70 cm de los ojos para evitar cansar la vista. Conserva esa distancia, es muy dañino estar pegado a la pantalla. (ver imagen)
- Bajarle el brillo a la pantalla pues realmente no lo necesitamos, el ojo se acostumbra fácilmente a trabajar con menos brillo.
- Bajar el blanco de fondo de pantalla de una página Word usando más puntos beige o grises para reducir el contraste de la pantalla. (En realidad se trata de apagar algunos de los focos que se encienden para lograr el “blanco” que asemeja una hoja de papel para disminuir el efecto hipnotizador de la pantalla)
- Colocar la pantalla a una posición y altura, de forma tal, que los ojos y el cuello no se muevan demasiado hacia arriba, hacia abajo, ni hacia los lados.
- Cuidar de no hacer esfuerzos innecesarios e inconscientes como el estirar el cuello hacia la pantalla porque creemos que así podremos ver más claro y entender mejor el texto. (Ver imagen)
- Acordarse de pestañear frecuentemente porque la pantalla tiene un efecto hipnotizador. Si no pestañeamos los ojos no se irrigan y tienden a arder y doler. (Fatiga visual y ojo seco, pueden ser consecuencias a largo plazo).
- Establecer una pausa rutinaria para estirar las piernas, los brazos, parpadear, sacar la mirada de la pantalla, levantarse y mover todo el cuerpo.
- Estirar la columna vertebral que no está diseñada para una vida sedentaria. ¡Las vertebras no se irrigan a menos que estemos en movimiento!